Remesas de inmigrantes, como la espuma

España encabeza ya la lista de países europeos desde los que los inmigrantes envían más dinero a su tierra, por encima incluso de Francia, Alemania o Gran Bretaña, hasta la fecha con mayor peso en este ámbito. De enero a noviembre pasado los trabajadores extranjeros en nuestro país habrían enviado (los datos no pueden ser exactos porque no incluyen las remesas informales, es decir, las no contabilizadas oficialmente) unos 6.000 millones de euros, casi un 40% más que el año pasado. Dicho en román paladino, suben como la espuma.
El dato es importante, entre otras razones porque echa por tierra el discurso ramplón, simplista y alarmista de quienes se empeñan en vincular inmigración con delincuencia, violencia, etc. Los números cantan, entonan su particular sinfonía y dejan sin argumentos a los agoreros y a los que insisten en que la mano de obra extranjera es perjudicial para el país.
No digo que no haya aspectos negativos, pero estoy convencido de que son muchos más los positivos y de que contribuyen a que millones de personas y de familias puedan subsistir, y en muchos casos progresar económica y socialmente. ¿Qué valor tiene eso?

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Da que pensar...
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¿Por qué los recibos de todas las entidades bancarias no detallan los costes y pormenores de las operaciones realizadas?
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